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Western, un recorrido por el Viejo Oeste visto desde Europa

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Western Comic

(Maracay, 14 de Mayo. Yakuza Webzine).- Los griegos tienen a sus Dioses Olímpicos, el norte de Europa a los mitos de Odín y otros seres; pero en los Estados Unidos tienen mitos y leyendas que se mezclan con un período histórico real, la conquista del salvaje Oeste, dando inicio al Western.

Si bien comenzó como un género dentro de la cinematografía del Gigante del Norte, ha influenciado la literatura, comenzando incluso al famoso género de las novelas de folletín o Pulp. También se les llamaba en su momento novelas de níquel o las Dime Novels.

Además tuvo presencia en la radio, donde surgió el hijo epónimo de Texas, el Llanero Solitario; la televisión obviamente y en días modernos lo hemos visto en videojuegos. Pero el western no es territorio desconocido para el arte secuencial.

Durante la Era de Oro del cómic y bien entrada la Era de Plata, el Western estuvo presente en las viñetas así como estaba en los seriales fílmicos y muchas series tales como Bonanza, el Gran Chaparral y RawHide. Pero, extrañamente, en tierras europeas el western aun cabalga con fuerza, en especial en los comics.

Las escuelas del arte secuencial Españolas, Francesa e Italiana han escrito muchas historias y personajes en esta ambientación, desde Tex Willer (padre y pilar de la casa editorial Boneli), Sheriff King de la pluma de Víctor Mora en la España post Franquista, y Marshal Blueberry en la escuela francesa y al hombre que dispara más rápido que su propia sombra, Lucky Luke, de la escuela Franco Belga.

Esta concreta introducción nos lleva a un título que, modestamente, reseñaré a continuación, uno con un título que no requirió mucha imaginación por parte del autor: Western.

El guionista polaco Grzegorz Rosinski y el dibujante belga Jean Van Hamme, colaboradores por años, unen de nuevo sus talentos para contarnos la historia personal de un muchacho manco de un brazo que lleva por nombre Nat Chissun.

Nos narran su recorrido por el salvaje oeste soportando penurias desde temprana edad hasta su adultez. Ambientada en 1868, el momento en que el ferrocarril acaba de llegar a Wyoming, siguiendo en adelante la dura vida de Chissun. El guion, si bien es sólido, personalmente creo que pudo dar para mucho más, pues cierra bruscamente algunas líneas argumentales que pudieron enriquecer mucho a la historia de forma global.

Pero lo más impresionante es el arte del comic, cambiante, agresivo, salvaje y varía conforme el protagonista y narrador va cambiando. Y quizás al estar narrado en primera persona, es uno de los factores que engancha desde el primer momento.

A pesar de esa falla menor, el guion es realmente bueno, el cual se ve complementado por su espectacular arte. Puede ser una ocasión para adentrarse en un género típicamente norteamericano, pero, siendo hecho en Europa, con una sensibilidad diferente. Y sobre todo esta historia te motiva a conocer más de esta dupla de autores e indagar sobre que otras historias han estado narrando, que podrían enriquecer mucho su experiencia como lectores de cómics.

Una colaboración para Yakuza de Víctor Segovia
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Imagen: Editorial Norma

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