Religión en Japón

(Madrid, 2 de septiembre, Yakuza Webzine).- Una mezcla de budismo y shintoísmo, con algunos ritos cristianos, son la religión de Japón. ¿Cómo es esto posible?

Recuerdo que una de las primeras cosas que mi madre, como buena cristiana, le preguntó a una amiga japonesa fue «¿cuál es tu religión?». La nipona con una sonrisa le respondió «pues soy budista y shintoísta», y mi madre automáticamente me miró a mi, exigiendo explicaciones.

Actualmente en Japón, lo que prima es el sincretismo. Los japoneses celebran tanto tanabata como la navidad, pasando por el obon o Halloween, y si me apurais, en algunas áreas de Tokyo, llegué a ver carteles sobre el ramadán del islam. Se podría decir que los japoneses no están interesados en pertenecer a ninguna religión concreta y cogen lo que más les gusta de cada una y los valores que les interesa para llegar a incluirlos en su cultura.

Fotografía por Wikipedia

Esto, por supuesto, no viene de la nada. Históricamente, la religión propia de los japoneses, el Shintoismo, comenzó en el Japón primitivo, durante la época Yayoi (época que va desde el 300 a C, al 250). Esta religión se basa en la naturaleza y no es de extrañar teniendo en cuenta que los japoneses primitivos de la época Yayoi, empezaron a vivir de la agricultura que depende exclusivamente de la naturaleza y de las estaciones. De ahí que los primeros seres divinos fueran los espíritus que estaban detrás de los fenómenos naturales. Más tarde el shintoísmo evolucionaría y los japoneses empezarían a ver espíritus y deidades en la naturaleza (árboles y plantas), en los animales y más tarde en la humanidad. Poco a poco empezaría a haber pueblos con su dios o su espíritu particular, y paulatinamente la religión iría evolucionando hasta que el Emperador Genmei (661-721), ordenara el libro que se considera el documento japonés más antiguo de la historia y llamado «Kojiki», en el cual, el shintoismo adquiere su carácter mitológico y legendario, no sin tintes políticos, puesto que ya en el Kojiki se instaura la idea de que el Emperador es descendiente de los dioses.

Fotografía por Wikipedia

Con ese escenario, los japoneses tenían su vida espiritual cubierta hasta que la innovación llegase con el Budismo. El primer contacto que hubo con esta religión en Japón fue a través del rey Baekje coreano que le envió al emperador japonés una pintura de buda y algunos sutras sobre el año 540.
El Emperador Kinmei (Japonés) fue recomendado a elegir el budismo como religión estatal de Japón, pero ya había una religión: El culto al dios shintoísta (o kami). Sin embargo no había una doctrina sistematizada y la sistematización estaba vinculada al régimen del clan Yamato. Además de que el Culto a kami estaba vinculado a la corte.
Por lo que se encontraron ante el antagonismo de 2 clanes:
1/ El de los EMIGRANTES DE CHINA O COREA
Eran positivos a aceptar lo que viniese de China y Corea.
2/ Y el de los NO FAVORABLES.
Querían mantener el culto a Kami y creían que si adoptaban el budismo los clanes se enfadarían.

Aunque en un principio produjo revuelo y muchos enfrentamientos, ya en la época Nara, se produjo una gran expansión del budismo que además quedaría vinculada también al culto al Kami. Por decirlo de alguna manera, sin perder las características propias, los japoneses encontraron la manera de que ambas religiones fuesen válidas a la vez y sus efectos continúan a día de hoy. De hecho fue tal el efecto que produjeron los budistas, que los aristócratas de Nara comenzaron a financiar la construcción de templos por todas las provincias. Se pasó de unos 200 templos a unos 1000 a final de la época y eso sólo sería el principio. Actualmente el budismo es la segunda religión más profesada de Japón sólo vencida por el shintoísmo.

¿Pero acaba ahí la cosa? No.

Imagen por マカロンえる

Los cristianos llegarían a Japón a través de misioneros jesuítas en el 1549. En ese año, el 15 de agosto Francisco Javier, Cosme de Torres y Juan Fernández llegaron a Kagoshima, en Kyushu. Estos misioneros, convertirían a muchísimas personas en la isla y comenzaron rápidamente a proliferar iglesias en la zona. Sin embargo a finales del siglo XVI, en 1597, por diversos motivos que no explicaré para no hacer de este un artículo kilométrico, Hideyoshi ejecutaría en Nagasaki a 26 franciscanos como advertencia para los cristianos, y posteriormente Tokugawa Ieyasu aboliría el cristianismo obligando a sus practicantes a esconder su fé.
Sería ya en la época Meiji cuando la prohibición se quitase y a través de misioneros protestantes la fé cristiana continuó su andadura por Japón, siendo el área Kyushu la zona con más cristianos de Japón.

Otras religiones como el Islam o el Judaísmo (entre otras) también llegarían a Japón posteriormente y serían también respetadas, aunque el número de fieles de las mismas es bastante inferior y en muchas ocasiones esos fieles son descendientes de extranjeros, o extranjeros viviendo en Japón.

Pero, ¿cómo está ahora la cuestión?
A mi me gusta resumir el aspecto actual de la religión japonesa con una frase que uno de mis profesores en la Universidad me dijo: «El japonés nace shintoista, se casa por el rito cristiano y muere budista»
¿Cómo es posible? Me preguntan bastante a menudo. Lo que se ha venido observando poco a poco es que los japoneses (en general) no se consideran de una fé concreta, disfrutan de las tres religiones para lo que les interesa sin ningún tipo de problema moral. El shintoísmo se ha quedado como la religión de la vida, la naturaleza y que celebra los fenómenos naturales como el nacimiento. Por influencia de Hollywood, las bodas cristianas se han popularizado muchísimo en Japón y no son pocas las japonesas que quieren casarse vestidas de blanco en una gran iglesia, así que hacen los trámites para casarse como cristianos. Y finalmente al morir, el budismo es el rito elegido debido a su filosofía sobre la muerte y la reencarnación (aunque posteriormente los familiares se conviertan en espíritus protectores de la familia al más puro estilo shintoísta).

¿Le dan importancia los japoneses a la religión? Realmente no. A los japoneses les da igual que seas cristiano, musulmán, budista o de la religión que seas. Respetan tus creencias y ellos tienen las suyas propias y no lo consideran algo muy importante en su día a día. De hecho, ahora existe la tendencia entre los jóvenes de pensar que la religión es cosa cultural/tradicional y del pasado, y muchos no se consideran de ninguna religión en particular aunque celebran los ritos establecidos por tradición sin ningún tipo de problema.

Y con esto termino el artículo de hoy. No he querido explayarme demasiado con datos históricos, aunque acepto peticiones si a alguien le interesa saber en profundidad del asunto. El tema de la religión es complejo, se ha escrito muchísimo y aún a día de hoy se sigue escribiendo tinta y tinta sobre la religión en Japón. Si alguno queréis profundizar en el estudio o la lectura de estos temas os recomiendo estas webs y libros:

Universidad de Kokugakuin: Encyclopedia of Shinto (En Inglés):  Mi Universidad en Japón es especialista en estudios japoneses y sobre todo en Shintoísmo. En esta enciclopedia encontraréis toda la información que necesitéis sobre el Shintoísmo de la mano de mis profesores de allí, totalmente expertos en el área y de los que aprendí muchísimo.

Universidad de Kokugakuin: Contemporary Papers of Japanese Religion (En Inglés): Aunque no con tanta información como la anterior. Aquí encontraréis artículos interesantes sobre el tema muy actualizados.

Ian Reader. «Religion in Modern Japan» The Macmillan Press LTD. 1994 (En Inglés): Para mi, una de las lecturas obligatorias del tema.

«The Cambridge History of Japan» Cambridge University Press (En Inglés): Totalmente necesaria si queréis saber de Japón. Todos sus volúmenes son joyas.

Y si tenéis alguna pregunta, crítica o comentario, ya sabéis cómo encontrarme.

¡Hasta pronto!