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Love Parameter: Más allá del erotismo, una buena historia

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Love Parameter

(Lechería, 28 de septiembre. O’kuroku).- Se suponía que Love Parameter iba a ser una historia divertida y nada más; pero de pronto terminó siendo interesante e incluso invitó a la reflexión.

Esta es una nota para mayores de edad, así que si tienes menos de 18 preferiblemente retírate antes de seguir leyendo. Eso no suele funcionar, pero es nuestro deber advertirlo.

Cuando se habla de historias eróticas, de adultos, hentai, o el calificativo que quieran colocarle, normalmente la trama no es lo que destaca. Después de todo, en un principio su objetivo no es tener guiones dignos de premios.

Sin embargo, con el transcurrir de los años y el cambio en los gustos de las personas, de pronto han empezado a surgir cada vez con más frecuencia dos tipos de obras. Aquellas cuyo objetivo principal es el erotismo, pero que lo aderezan con una trama interesante; y aquellas cuyo principal género puede ser el romance, el drama e incluso la fantasía, pero que lo aderezan con un marcado erotismo.

Love Parameter puede ubicarse con facilidad dentro del primer grupo; aunque yo matizaría y diría que junto al erotismo, esta historia empezó buscando ser una comedia ligera. Objetivo que logró, y bastante bien.

De hecho, la premisa es una declaración de intenciones. Tenemos a Young Hoon un joven perdedor incapaz de durar en una relación por no saber cómo tratar a las mujeres; pero entonces adquiere unos lentes especiales que hacen que su vida amorosa se vuelva un eroge (videojuego erótico)

¿Por qué? Porque le empiezan a mostrar los stats (o parámetros, de allí el nombre de la serie) de las chicas y cómo se afectan de acuerdo a lo que él haga. Obviamente con semejante ventaja sobra decir que su suerte dio un giro de 180 grados.

Obviamente con esta premisa es fácil captar la atención. Y asumo que empecé a leer este manhwa, creado por Kkun en el año 2015, por la simple curiosidad de ver cómo se desarrollaba la trama.

Y no me arrepentí porque el enfoque fue muy realista. Acá no salten los puritanos a decir que usarían esos lentes para el bien. El protagonista hace lo que uno vería más lógico. Transformar su vida amorosa en un harén.

Y por un tiempo la historia se desenvolvió como una comedia ligera con marcado erotismo como ya dije. No obstante, ya desde el principio el autor empezó a dejar pistas del drama que vendría luego.

Decir que el vuelco que dio la trama en la segunda mitad de la historia fue inesperado no sería correcto. Los elementos estaban allí para quien quisiera verlos. Tenemos a Sun-Ah quien es el amor platónico del protagonista y a quien, casualidad, es la única que no puede verle las stats. Pero quien por esos ¿avatares del destino? (diría que acoso del prota más bien) termina acercándose a él para que la ayude a librarse de un hombre desalmado y peligroso que intentó violarla en el pasado.

Además tenemos a Ha-Young quien es la mujer ideal en todos los sentidos cuya perseverancia hace que el prota decida hacerla su novia. Esto a pesar de que no la amaba y que no podía sacarse de la cabeza a su amor platónico (y seamos sinceros, no podía resistirse a cuanta mujer se topara en su camino).

También está Seo Hee, una mujer sin escrúpulos capaz de hacer lo que sea por lograr sus objetivos y quien demostró que aún con los lentes, no se puede andar por la vida con exceso de confianza.

Y por último, no podemos olvidar a Mi-Hwa, una mujer con muchos problemas que en lo personal me recordó a Alexandra “Alex” Forrest de atracción fatal. Era inevitable que ante la promiscuidad desatada y sin filtros del protagonista, se terminara topando con una mujer de esas características.

Con semejantes ingredientes, ¿no era lógico que en cualquier momento la vida le explotara en la cara al protagonista? Y así pasó, de pronto la historia pasó a ser una comedia ligera con erotismo a un drama cargado de suspenso.

El vuelco fue tan grande que en algún momento las escenas eróticas más que reflejar placer sólo reflejaban la angustia del protagonista, quien se vio atrapado en una vorágine que era incapaz de manejar.

No daré más detalles para no arruinar del todo la experiencia a quien quiera leer este manhwa. Sin embargo, debo destacar la maestría con que el autor fue manejando los hilos de la trama. De hecho, fue genial cómo al principio hace que el lector envidie la suerte del protagonista, luego hace que empiece a ver que el chico está exagerando. Después que sienta aversión por el sujeto debido a su conducta; y finalmente que sienta lástima ante las consecuencias de sus actos. Eso sí, sin dejar de pensar que se lo tenía bien merecido.

Este es un viaje que se mueve por muchas emociones diferentes y termina haciendo que el lector reflexione sobre lo que puede ocurrir cuando se es demasiado relajado en la vida. Incluso le daré puntos extras por el final, porque el autor fue atrevido en la forma en que cerró esta historia.

No era fácil crear el desenlace de una trama que tuvo tantos cambios; no sólo en los hechos sino en las emociones. Sin mencionar que era difícil encontrar el final correcto para el protagonista y para el mensaje que se deseaba transmitir.

No obstante, en mi opinión creo que el autor lo logró, y muy bien, al darnos un final digno de la obra que creó. Si están buscando algo diferente a lo habitual les recomiendo este manhwa, porque aunque en algunos momentos pueda que quieran estrangular a más de un personaje, al final del día, es un viaje interesante. Por cierto que ya se ha anunciado una precuela y una secuela. A ver si el autor logra mantener la magia.

Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)

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