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La historia del manga: De Osamu Tezuka a la modernidad

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(Madrid, 19 de Mayo. Yakuza Webzine).- Hace un par de días les traje la primera parte de la historia del manga, con énfasis en la historia antigua. En esta segunda parte hablaremos de tiempos más recientes, partiendo del gran Osamu Tezuka.

Parte de este artículo es copia textual de mi trabajo especial de grado, cuyas fuentes bibliográficas se citan al final del artículo. Si desean usar esta información no olviden citar este artículo o el estudio que realicé en 2007:

En esta vertiginosa eclosión de manga de la posguerra, Osamu Tezuka (1928-1989) es la figura pivotal que habría de honda huella en la historia en la industria. Mientras estudiaba medicina en 1945 vio un film propagandístico cuyo estilo era claramente influenciado por Fantasía de Disney.

Tras familiarizarse con la obra de Walt Disney y el cine en general, Tezuka introdujo nuevas técnicas que dieron al manga un aspecto cinemático. En 1947 con apenas veinte años publicó Shintakarajima, La Nueva Isla del Tesoro. Al introducirle el uso de los ángulos de cámara, cortes imaginativos, la sensación de movimiento, y la continuidad en la historia asombró a la industria y al público. Según Schodt (1983):

Tezuka es un ejemplo de cómo un individuo talentoso, nacido en el momento indicado, puede profundamente cambiar el campo en que se decida a trabajar. Su corazón no estaba en la medicina, y cuando eventualmente abandono el escalpelo para convertirse en artista profesional trajo al medio de los comics para niños la cultivada mente de un intelectual, una imaginación fértil, y el deseo de experimentar. Los Comics solo eran un escenario para que Tezuka pudiera expresarse. Estilísticamente su influencia no eran los comics sino los films, y la animación de Walt Disney y Max Fleisher (Pág. 63)

A partir de este momento con el establecimiento de la narrativa  en episodios, el aumento escalonado en la complejidad de las tramas y la gran profundidad de caracterización de personajes; Tezuka empezó a trabajar para las revistas de Tokio y produjo clásicos como Jungle Taitei (El Emperador de la Selva, Kimba el León Blanco) y Tetsuwan Atomu (Astroboy), que luego serian pioneras del anime. Tezuka destacó siempre por  dotar de un gran humanismo a sus obras y por abarcar una amplia variedad de géneros,  estableció las pautas del Shonen (para jóvenes varones), el Shojo (para muchachas) del cual fue pionero con Ribbon no Kishi (La Princesa Caballero), géneros por temáticas como los Mecha (Robots), la ciencia ficción, el relato histórico-novelado en Buda. Obras para adultos como Black Jack, que trata sobre un médico clandestino, en este manga aprovecho para mostrar su dominio de la ciencia y la medicina como médico titulado.

Jungle Taitei Tezuka
El Emperador de la Jungla, o Kimba el León Blanco

Como resultado de esto Tezuka es reconocido como el padre del  manga moderno, y es llamado Manga no Kamisama o el dios del manga. Siguiendo sus pasos estaban toda una serie de futuros millonarios de la industria que siguieron los pasos de Tezuka –como Reiji Matsumoto- o bien que empezaron en la industria de los kashibon’ya que eran manga en tapadura, destinados a un mercado de librerías de alquiler. Del mismo modo muchos  artistas del kami-shibai empezaron a crear gekiga (imágenes serias), término que crearon para diferencias sus obras del manga.

De este modo a mediados de los 60 la industria del manga asumió una estructura que se mantiene hasta la actualidad, las grandes revistas publican ediciones semanales, bisemanales o mensuales que se imprimen en papel reciclado y que tienen el grosor de directorios telefónicos, y presentan diversas obras. Las de éxito son reimpresas en material de alta calidad como Tankôbon (tomos recopilatorios) que asemejan a las novelas gráficas de occidente, pero siempre en blanco y negro. Los géneros se han diversificado  hasta el punto de existir manga para cada grupo de edad, sexo, orientación sexual, o cualquier tipo de diferenciación.

Así, bajo esta configuración de la industria las ventas y la producción han crecido escalonadamente hasta alcanzar sus topes en 1995, año en que según Schodt (1996) y  Natsume (2003) basados en cifras del Instituto de Investigación sobre Publicación, se produjeron 2.3 millardos de manga, lo que representa casi un 40 por ciento del mercado de las publicaciones de libros, periódicos, revistas y cualquier otra forma de material impreso. Al tiempo estas cifras implican que cada japonés adquiere al menos 15 mangas al año. Cifras más recientes de la misma fuente indican que para el año 2002 las ventas totales de manga representaron el 22,6 % de las ventas editoriales y el 38,1 % del material editorial impreso, un negocio de  3.25 millardos de dólares, sin contar las ganancias por productos secundarios (mercancía de todo tipo) inspirados en manga populares.

Tomando como referencia estas cifras, Natsume (2003) en su ensayo Manga Japonés: Su expresión y Popularidad dice “Puede decirse que el manga japonés es tanto un medio de la cultura popular como uno que persigue temas sofisticados” y esta es la causa por la que ha tenido tanto éxito en su país de origen y ahora en el mundo entero, pues el manga para Brooks (1994) puede hacer la cultura mas fácil de digerir que una novela, al combinar texto con imágenes, e igualmente abarcar una enorme variedad de temas.

Pero este esbozo parcial de la historia del manga no estaría completo sin hablar de algunas publicaciones históricas y su propia historia. En esta ocasión nos limitaremos a la Shonen Jump, la más grande de todas:

La Shonen Jump Semanal

Dragon Ball Manga
La punta de lanza de le «Era de Oro», Dragon Ball

La Shonen Jump Semanal es la revista de manga más importante de Japón y por mucho. Lanzada el 2 de Julio de 1968, esta publicación de Shueisha llegó para competir con las ya populares Shōnen Magazine Semanal y Shōnen Sunday Semanal.

Surgió como publicación hermana de la Shōnen Book, que era una versión masculina de la Shōjo Book, revista que no duró mucho en los anaqueles. Inicialmente la Shonen Jump era una publicación quincenal, pero tras la caída de la Book en 1969 pasó a ser semanal.

La revista tomó como su linea cardinal a la hora de publicar obras los valores de Esfuerzo-Amistad-Triunfo y bajo esa máxima empezaron a publicar historias que hoy son legendarias. En sus primeros tiempos autores de la talla de Go Nagai, Leiji Matsumoto (Entonces usando el nombre de Akira), Fujio Akatsuka y Keiji Nakazawa contribuyeron con la publicación.

Empezando los 70 otras futuras luminarias escribieron en sus páginas, como el gran Ryoichi Ikegami, George Akiyama, Ikki Kajiwara y el propio Osamu Tezuka. En 1972 inició la publicación de Mazinger Z de Go Nagai, que eventualmente se convertiría en uno de los anime más famosos en llegar a Occidente.

Buronson (Yoshiyuki Okamura), autor de Bokuto no Ken junto a Tetsuo Hara, también empezó a ser publicado por la revista en los años 70. En 1976 también empezó a publicarse la serie más longeva de la revista, que aun sigue de hecho, Kochira Katsushika-ku Kameari Kōen-mae Hashutsujo o Kochikame, creada por Osamu Akimoto.

Hacia finales de los 70 emergieron más talentos que hoy son considerados maestros, como Masami Kurumada con Ring ni Kakero, Hisashi Eguchi o el gran Akira Toriyama, cuya primera gran serialización fue Dr. Slump en 1980.

Fue precisamente en esa década que la circulación de la revista empezó a crecer. Para 1982 la revista tenía una tirada de 2.55 millones de ejemplares pero eso estaba a punto de cambiar.

Junto con Toriyama, se alzó en 1981 Yōichi Takahashi con Captain Tsubasa. También en esta era publicó Tsukasa Hojo con Cat’s Eye y Eguchi con Stop!! Hibari-Kun!, pero para 1983 se sumó Hokuto no Ken, Kimagure Orange Road de Izumi Matsumoto y ya en 1984 inició Dragon Ball, el heraldo de la era dorada de Shonen Jump.

Conforme avanzaron los años 80, otros títulos muy populares empezaron a publicarse, como City Hunter de Hojo, Saint Seiya de Kurumada, JoJo Bizarre Adventure de Hirohiko Araki o Bastard!! de Kazushi Hagiwara. Talentos como Masanori Morita y Tatsuya Egawa también aportaron los suyo, pero ya empezaban a despuntar Masakazu Katsura, Yoshihiro Togashi, Takehiko Inoue e incluso Takeshi Obata bajo el seudónimo de Shige Hijikata.

La revista seguía en franco ascenso y la mesa estaba servida para la llegada de los años 90 y del cenit de la edad de oro. Dragon Ball tenía ya cinco años cuando Takehiko Inoue inició Slam Dunk en 1990. Ese mismo año Yoshihiro Togashi empezó Yu Yu Hakusho, la gran rival de la obra de Toriyama entre los mangas de combate.

Hacia 1994 Katsura hizo su aporte con D・N・A², Captain Tsubasa retomó vigencia con una nueva saga y Nobuhiro Watsuki lanzó Rurouni Kenshin, completando el grupo de obras que impulsaron a la revista a una circulación récord de 6.53 millones de ejemplares semanales en 1995.

El anterior editor en jefe de la revista, Masahiko Ibaraki (2003-2008) citó como la fuente de esta popularidad la presencia de Dragon Ball y sus competidoras de la era, pero luego empezó el declive.

Pese a seguir publicando grandes obras de éxito como Hoshin Engi de Ryu Fujisaki, Yu GI Oh de Kazuki Takahashi o I’s de Katsura, las ventas descendieron. El número de año nuevo de 1998 fue la primera vez en 24 años que Shonen Jump no era la número uno. Sus 4.15 millones de copias vendidas la relegaron al segundo lugar debajo de los 4.45 millones de la Shōnen Magazine.

La revista retomaría su lugar, pero las cifras seguirían bajando.

Trinidad Shonen
La «Trinidad Shonen»

Pese a ello, entre 1997 y 1998 surgieron una nueva camada de autores y mangas que dieron vitalidad a la revista. Eiichiro Oda inició One Piece, Masanori Morita hizo lo propio con Rookies, Hiroyuki Takei con Shaman King y Togashi arrancó la intermitente pero popular Hunter X Hunter.

En 1999 Obata sumó fuerzas con yumi Hotta y Yukari Umezawa para crear Hikaru no Go, mientras que Takeshi Konomi iniciaba Tennis no Ōji-Sama, titulo que junto a otros contribuyó a atraer más público femenino a la revista.

Ese mismo año inició otro monstruo de popularidad, Naruto de Masahi Kishimoto, que se convertiría en la única competidora seria de One Piece por la cima de la Shonen Jump.

Entramos al nuevo milenio, en cuya primera década se sumaron nuevo títulos y autores populares, pero el más destacable fue Kubo Tite en 2001 con Bleach, título que completó lo que por años se llamó la Trinidad Shonen, junto a One Piece y Naruto.

En 2004 empezó a publicarse otra obra que atrajo un influjo de nuevos lectores, pese a ser muy poco Shonen, Death Note de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata. También arrancó Gintama de Hideaki Sorachi, Katekyō Hitman Reborn! de Akira Amano y D.Gray-man de Katsura Hoshino.

Así, en 2007 se produjo el primer incremento en circulación en 11 años, de 2.75 millones a 2.78 millones de ejemplares, una subida mínima pero que se acredita a la existencia de la Trinidad.

Para principios de 2015 la circulación de la Shonen Jump rondaba los 2.4 millones de ejemplares, lejos de sus mejores tiempos pero muy por encima de su competencia. La Shonen Magazine registra una circulación de 1.15 millones de ejemplares y la Shonen Sunday apenas llega a los 400 mil ejemplares.

La revista, dirigida a jóvenes, es conocida mundialmente en especial por sus títulos que se han convertido en anime famosos, es ampliamente leida por hombres y mujeres, pese a que su mayor audiencia tiene menos de 14 años.

De sus 20 series en publicación actualmente 13 tienen, han tenido o tendrán adaptación al anime, tendencia que no parece que tendrá fin en el futuro próximo.

Con información del estudio titulado: ANÁLISIS DE LA TRANSCULTURACIÓN MEDIÁTICA DEL MANGANIME EN LATINOAMÉRICA. UN ESTUDIO DE CASOS (2007) y ANN

Fuentes:

  • Díaz J. (2001) Manga: El Imperio de los Sentidos. Gallito Comics. España.
  • Estudio Fénix (2001) Curso Avanzado de Manga. Editorial Martínez Roca. Barcelona, España.
  • Schodt, Frederick L. (1983) Manga Manga! The World of Japanese Comics. Editorial Kodansha International. Tokio, Japón
  • Schodt, Frederick L. (1996) Dreamland Japan, Writings on Modern Manga. Editorial Kodansha International. Tokio, Japón
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