Koi wa Ameagari no You ni: Un “Play Safe” forzado

(Lechería, 04 de abril. O’kuroku).- Koi wa Ameagari no You ni amagó con tocar temas polémicos e incluso delicados, pero terminó quedándose en un simple coqueteo.

Tal y como lo dije en mis primeras impresiones, esta serie se presentó con un setting bien interesante al sacarnos de la típica preparatoria e introducirnos en el mundo de un restaurante familiar; además, desde el inicio se apostó fuerte a mostrarnos ese “crush” que Tachibana tenía por su jefe, al punto de que incluso la chica forzó al hombre a notarlo.

Sin embargo, ya en aquel momento advertí que el hecho de que esta serie estuviera basada en un manga en emisión podía llevarnos al fatídico “final abierto”; y tristemente eso fue justo lo que pasó.

Pero lo peor no fue eso, sino que el episodio final mostró un cambio de ritmo muy grande respecto al resto de la serie; lo cual hizo que se sintiera demasiado apresurado. Era como si había que relajar cualquier tensión para poder cerrar el anime en un punto neutro.

Es verdad que ya el Gerente estaba encaminado a retomar su pasión por escribir y también es cierto que Tachibana estaba cada vez más cerca de regresar a su atletismo amado y de retomar la amistad con Haruka; no obstante, si vemos el ritmo que todos los demás episodios tuvieron, es imposible no sentir que en el último se puso el pie en el acelerador.

Adicionalmente, todo ese “sprint” concluyó en un desenlace completamente anticlimático que honestamente supo a poco. Esta es la gran desventaja de adaptar una obra que no ha terminado. O se toma una gran licencia y se muestra un final que luego puede ser refutado por el material original; o se busca un final abierto donde no haya ningún compromiso en la trama para mantenerse fiel a dicho material.

En Koi wa Ameagari no You ni se tomó el segundo camino y eso nos condujo a este final “sin sal” que dejó poco y nada. De verdad, es lamentable que una serie donde se notó el empeño del equipo creativo por brindar un gran producto, culmine de esta forma.

Y había material para mostrarnos un final más atrevido, ya fuese por seguir desarrollando la relación controversial entre Akira y Kondo, o por explorar un posible romance yuri entre Akira y Haruka. A lo largo de toda la temporada se coqueteó con ambas opciones; aunque evidentemente, el énfasis estuvo en el «crush» de la protagonista por el gerente. Lo de Haruka siempre fue más como un amor no correspondido. No obstante, al final todo esto quedó en «stand by» pues el director optó por un «play safe» para no correr el riesgo de terminar yendo en contra del manga.

Hablando del apartado técnico, el diseño de fue muy atractivo y poco común, la banda sonora simplemente cumplió (destacando el ending muy por encima de todo lo demás), la animación fue de las mejores de la temporada; y la dirección hizo un gran papel a pesar de que se pudo hacer un mejor cierre.

Sin embargo, para ser justos, tenían las manos atadas. De hecho, a pesar del final abierto, se incluyó una secuencia imaginada por el Gerente que sirvió como fanservice para todas esas personas que esperaban un mayor progreso en el romance. No todos los directores hacen eso en ese tipo de escenarios, por lo que se agradece el gesto.

En resumen, una serie agradable de ver con una trama interesante que al final no pudo progresar más debido a las restricciones del material original. Sólo resta leer el manga para saber cómo sigue esta historia y ver cuál será el verdadero desenlace de ese atractivo romance entre Tachibana y su Gerente. Nos vemos en la próxima entrega.

Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa)