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Ghost in the Shell, una versión descafeinada pero sólida de un clásico

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(Madrid, 1 de Abril. Yakuza Webzine).- Era imposible no ir con una mezcla de curiosidad y pavor a ver Ghost in the Shell. Después de todo es una de las franquicias más importantes del cyberpunk.

Desde que se anunció la adaptación y luego los sucesivos fichajes del reparto no ha faltado la polémica. Mares de tinta han corrido hablando de la elección de Scarlett Johansson.

En lo personal, mi mayor preocupación no era ella, sino Rupert Sanders el director de Blanca Nieves y el Cazador. Más famoso por su escarceo con Kristen Stewart que como realizador.

Y ni hablar de los guionistas, Jamie Moss, William Wheeler y Ehren Kruger. Este último es el que cuenta con más créditos… incluyendo tres films de Transformers. Algo nada reconfortante.

Sin embargo, una vez he salido de la sala, tengo que decir que Ghost in the Shell es un film sólido. Aunque sea una versión ligera, adaptada para el gran público.

Me da un descafeinado por favor

Review Ghost in the Shell Scarlett Johansson

Ghost in the Shell, el film de 1995 y sus subsecuentes adaptaciones para televisión y cine en animación, son de culto en EEUU. Conocidas no solo por los amantes del manga y anime, sino por muchos cinéfilos. Para los fans de la ciencia ficción y el cyberpunk es una obra imprescindible. Tanto, que The Matrix debe y mucho a esta historia.

Sin embargo, al momento de hacer una adaptación directa para el público norteamericano, no es una historia fácil de presentar.

Por eso, la película protagonizada por Scarlet Johansson como la Mayor, Pilou Asbæk como Batou, Michael Pitt como Kuze, Takeshi Gitano como el Jefe Aramaki, Juliette Binoche como la Dra. Oulet y Peter Ferdinando como Cutter, es una versión ligera de la original.

Ligera en los temas filosóficos; en las reflexiones sobre la naturaleza humana y la disociación entre lo humano y artificial. El film toca estos temas -centrales en la historia original- pero lo hace fácil de digerir.

El argumento también es mucho menos convulso que el film animado de 1995. Y ni hablar de su secuela. No obstante, fue como si metieran a la licuadora los casos del Puppetmaster, los Individual Eleven y hasta del Laughing Man.

Pese a esa mezcla dispar, el guión funciona. No para echar cohetes, pues es muy Hollywood, pero carece de fallos que resaltar.

Es como esa taza de café descafeinado que sabe bien, se deja beber y que sin embargo sabes dentro de ti que no es café de verdad. Y es que este film, para quien vio todas las adaptaciones de esta franquicia, puede saber a poco. Pero si no eres un fan, estar ante un film sorpresivamente disfrutable.

Un deleite visual y auditivo

La gran  fortaleza del film de Rupert Sanders es el aspecto técnico. Su riqueza visual es realmente impresionante. Quizás demasiado. Las vistas de la ciudad no identificada en la que transcurre la historia son sobrecogedoras. Esta urbe globalizada, que bien puede ser la Hong Kong o la Tokyo del futuro, es un personaje más.

La cinematografía, a cargo de Jess Hall (The Spectacular Now, Transcendence), es excelente y la dirección de Sanders correcta. En no pocos casos evitó riesgos y recreó cuadro a cuadro secuencias de la original. Una solución sencilla que servía al mismo tiempo de guiño a los fans de la franquicia. Su Ghost in the Shell es bonita de ver.

Y de escuchar.

Su banda sonora no desentona ante las joyas de Kenji Kawai en el film original o de Yoko Kanno en la serie GITS: Standalone Complex. De hecho, en honor a la primera, en los créditos se puede escuchar el tema inicial de 1995.

Sin embargo, el film adolece de ser un poco derivativo. El nuevo origen de la Mayor le hace tener no pocas similitudes con Robocop y las florituras visuales en los escenarios le acercan más a Blade Runner o Akira que a la obra que le inspira.

Además, para quien conoce la obra, es un poco penoso que se pierdan muchas de las cuestiones existenciales que caracterizan al original. El film se queda a mitad de camino entre la versión de Mamoru Oshii de 1995 y la serie Standalone Complex. No alcanza las cotas de profundidad de la primera, ni las de acción de la segunda.

No es un film perfecto, pero es competente y Scarlett Johansson es una consumada estrella de acción.

Ghost in the Shell vale la pena

En conclusión, tengo que decir que esta película vale la pena verla. Ya solo con lo visual paga la entrada. La polémica del White Washing es efectivamente cancelada con una explicación coherente. Aunque el libreto no sea excelso, es bastante redondo. Las actuaciones son aceptables en su conjunto, destacando Johansson, Asbæk y Binoche.

No estamos ante Dragon Ball Evolution señores. No hay que mandar a nadie a la hoguera. Esta es una película digna y la mejor adaptación de un anime que se ha hecho en Estados Unidos a la fecha. Eso si tenemos en cuenta que Edge of Tomorrow está basada en una novela japonesa, no en un anime.

Resta ver como le va en la taquilla. De su éxito depende que veamos más adaptaciones de obras japonesas con un presupuesto Hollywood. La siguiente será Battle Angel Alita en 2018.

Si no conoces Ghost in the Shell la disfrutarás, quizás más que quienes conocen la franquicia. Si la conoces, trata de ir sin expectativas y con la menta abierta. Seguro te dará de que hablar.

Por Amilcar Trejo Mosquera (@senseiagot)
Fotos: Paramount y Dreamworks

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