Fuller House: Una secuela que mantiene la esencia de la historia sin perder la frescura

(Lechería, 3 de marzo. Yakuza Webzine).- Luego de ver los primeros 3 capítulos de Fuller House es tiempo de compartir con Ustedes nuestras impresiones.

Cuando Marina y yo vimos la serie original, Full House, aún no nos conocíamos; pero cuando supimos que habría un reencuentro, matrimonio e hijo después, no pudimos evitar emocionarnos porque ambos amamos ese programa (conocido en Venezuela como 3 x 3)

Pero claro, luego de esa primera alegría, vinieron las dudas, sobretodo porque las gemelas Olsen no estarían, pero nunca perdimos la fe y contamos las horas para el estreno; y, finalmente luego de mucho esperar, pudimos comenzar a ver la secuela y sin perder tiempo vinimos a compartir lo que pensamos de ella con Ustedes.

Apenas llevamos 3 episodios por lo que nuestra opinión aún no es definitiva, descuiden cuando terminemos la temporada les diremos qué nos pareció, pero ya suficiente tenemos material como para ir soltando algunas ideas.

Uno de nuestros temores era que este show se convirtiera en un simple refrito del original; por lo que cuando vimos en el opening que Bob Saget, John Stamos y Dave Coulier sólo iban a ser actores invitados y que los protagonistas serían los miembros de la siguiente generación, nuestras esperanzas se reforzaron.

Y las mismas se fortalecieron al punto de la felicidad al ver que aunque esta serie tendrá una temática similar, lo hará con su propio sello de identidad. El primer capítulo sirvió muy bien como un pase de testigo de los papás a las hijas DJ y Stephanie, y Kimmy Gibbler, para indicarle a todos que ahora es el turno de ellas de dar un paso al frente.

Inicialmente, cuando cada actor hizo su aparición, la nostalgia nos embargo por completo y el dolor de saber que las Olsen no estarían se intensificó; no porque seamos fan de las gemelas, sino porque ellas eran parte importante de la serie original. Además, el momento en que todos rompieron la cuarta pared en una especie de reproche hacia Mary-Kate y Ashley potenció esa sensación.

Sin embargo, pronto la serie tomó ritmo y eventualmente nos olvidamos de las ausentes y nos concentramos en los nuevos miembros del elenco. Un detalle interesante y atractivo fue hacer que el ex marido de Kimmy fuese latino, eso le da un toque distinto a la serie respecto a Full House; además, el personaje de Ramona (hija de Kimmy) es uno de los puntos altos del show.

También es novedoso que ahora estén un adolescente y una adolescente contemporáneos viviendo juntos, eso permite explorar un amplio abanico de opciones que no se tenía disponible en la original, lo cual le da forma al sello de identidad del show. Sin mencionar que Jackson y Ramona se lucen tanto juntos como por separado.

Los diálogos son inteligentes y logran apelar a la nostalgia, pero agregando cosas nuevas; y, es ese equilibrio lo que hace que hasta el momento la serie nos encoja el corazón por los recuerdos mientras nos saca muchas risas con las cosas que suceden.

Otro punto que le da un aire diferente a esta serie, es el hecho de que tanto el ex marido de Kimmy como el ex novio de DJ estén haciendo esfuerzos para volver con ellas; esa dinámica no existía en Full House y hace crecer el interés en la secuela.

Y por lo que vemos, los padres no estarán alejados del todo del escenario, ya en el segundo episodio Jesse entró en acción para servir de catalizador de algunas cosas y lo propio hizo Joey en el episodio siguiente. Es interesante ver que aunque no serán protagonistas, los tres hombres tendrán mucha relevancia en la trama.

Otro aspecto donde se forma ese sello de identidad del cual hablamos es el uso de dispositivos electrónicos; en la serie original apenas estaban en pañales, pero ahora es muy atractivo ver al elenco con celulares, tablets y demás gadgets. Eso nos hace ver que ciertamente estamos viendo a esa familia casi 3 décadas después.

Sin mencionar que la apuesta por el show es grande, ya en el tercer capítulo se tuvo a Macy Gray como actriz invitada; y, la ganadora del grammy le dio su toque personal al mismo sin que se perdiera esa atmósfera divertida que ya nos ha atrapado.

En resumen, Fuller House es una serie divertida, fresca y atractiva tanto para quienes crecimos viendo la original, como para aquellos que sean nuevos en la franquicia; en las tres entregas que hemos visto se ha apelado a la nostalgia, pero sin olvidar a quienes están llegando por primera vez.

Obviamente, esto ha hecho que la recepción sea tan positiva que ya Netflix confirmó que habrá segunda temporada, lo cual confirma que la fórmula ha sido exitosa. Es que con una base tan genial como Full House era casi imposible fallar.

Por Shougo Amakusa (@shougoamakusa) y Marina Díaz (@marinadiazg)