¡Exclusiva Yakuza! Del cosplay al fursuit, Eliot Gamboa nos cuenta su historia

(Caracas, 15 de Enero. Yakuza Webzine).- Con un ligero retraso, pero siempre cumplidos, les presentamos nuestra quinta entrevista a un cosplayer venezolano, en este caso se trata de Eliot Gamboa, un chico que incursionó en una tendencia poco difundida en Venezuela: el fursuit o los trajes de animales antropomórficos. Esta forma de “jugar con el traje puesto”, es diferente del tradicional cosplay, pues debes, muy al estilo de los shamanes, elegir a tu “animal de poder.

Su trayectoria se divide entre su etapa de cosplayer convencional y luego su salto a elaborar trajes de animales, que se ha convertido en su nueva pasión. Sin embargo, como todo cosplayer, no esconde su deseo de seguir haciendo cosplay, intercalándolo con su amor por lo furry. Este joven, TSU en Mercadotecnia, disfruta el ambiente de las convenciones, que fue lo que lo llevó en primer lugar a experimentar con el cosplay, algo que inició en 2009.

“El anime y manga me abrió las puertas al cosplay”

Como la gran mayoría, la entrada de Eliot al cosplay estuvo signada por su afición previa al manga y anime, pues no podía ser de otra manera. “Fue como una puerta que se me abrió después de un bloqueo mental que tuve con el dibujo”, recuerda sobre las circunstancias de su entrada a este mundo. Inicialmente un ávido dibujante, en algún momento se frustró de que su obra no alcanzaba el nivel que ella soñaba.

Un cambio de colegió la llevó a nuevas amistades, lo que lo introdujo de lleno al mundo del anime. “Una chama me prestó toda la serie de Naruto y bueno, eso me metió y luego yo misma busque otras series, otros anime”, dijo.

“Me dije, ese personaje me gusta, Hidan de Naruto Shippuden. Voy a hacer ese cosplay para la Avalancha 2009 e hice mi cosplay de Hidan y tengo que admitir que fue horrible porque use talco en el cabello”, recordó entre risas ese primer intento del que no se suele estar muy orgulloso.

“La bata la conseguí, pero la modifique para que se cerrara y que el cuello estuviera erguido. La guadaña de Hidan la hice a mano con un palo de escoba (risas) y mucho cartón y pintura al frio. El cabello talco era lo que había porque su cabello era blanco y talco me eché”, continuó rememorando esa primera experiencia.

Por supuesto mucho cambio desde esa época y ha mejorado gradualmente sus habilidades como cosplayer, pero sobretodo como fursuiter y a pesar de que la falta de conocimientos de costura pueda ser un problema, lo ha ido superando con sus propias manos. “Tengo que admitir que de mi primer traje hasta los fursuits que he estoy trabajando he avanzado bastante y he conocido una gama de productos tanto sencillos como elaborados”, explicó.

De cosplayer a fursuiter

El cambio ocurrió de repente para Eliot, repentinamente se dio cuenta que tenía una afinidad por algo que era muy diferente. En el fursuit, que varía desde simples colas y orejas hasta trajes de cuerpo completo, hay más similitud con lo que son las mascotas de parques temáticos que con el cosplay, no obstante los conceptos son similares.

El término fue acuñado en 1993 y se refiere a trajes de animales en general. Es similar al cosplay en el sentido que las personas que usan los trajes asumen otra personalidad mientras lo llevan y toman a un animal como si símbolo. Gamboa nos explicó un poco como fue su transición de un mundo al otro y como coexiste en ambos.

“Yo seguí con el cosplay y luego de hacer a Hidan hice a Naruto, luego me fui a otras series como Durarara!! Que su dificultad no es tanto el traje sino asumir la personalidad, son personajes muy complejos así que me fui más a la actuación”, comenzó.

“Luego de allí descubrí que también era furry. Alguien furry es una persona que le gustan los animales antropomórficos con características de persona y de animal. De allí me cree mi fursona, mi icono animal y me metí tanto en internet que encontré esos trajes increíbles de cuerpo completo y me dije que quería hacerme mi primer fursuit”, agregó sobre el paso final a ese nuevo mundo.

Recordó como lo primero que hizo fue ignorar uno de los mayores consejos, el no usar cartón. También empleó la goma espuma, material con el que se ha desenvuelto muy bien. Ya en su primera mascara incorporó características como los ojos que te siguen y la mandíbula móvil. “Ahora ya puedo hacer trajes más elaborados y quiero intentar con trajes completos”, añadió.

Justamente esa es su meta, empezar a hacer trajes de cuerpo completo. Sin embargo, no deja de lado el cosplay. “En cuanto a cosplay me gustaría trabajar con muchos, son demasiados tendría que darte nombres de animes. De Homestuck tengo 2 trajes, también tengo de Panty & Stocking quiero hacer del chico geek, que es el más tonto pero el más gracioso al final. Tengo pensado mejorar mi traje de Naruto hacer el de modo sennin y el modo fusionado con el Kyuubi”, mencionó Gabriela.

En su opinión los fursuiters y los cosplayers/cosmakers, comparten la misma dificultad: conseguir los materiales para sus trajes. No obstante aclara que eso no lo ve como u déficit, al contrario. “Es una oportunidad de uno usar la imaginación y trabajar con lo que tiene y llegar a lo que otros si tienen pero con manito de hierro”, aseveró.

“Mi fursuit me lo llevo en el Metro para que me vean”

Asidua a eventos desde 2008, Eliot Gamboa ha visto la evolución que en años recientes han tenido estas subculturas en el país y considera que el nivel va en crecimiento. “Hay muchas personas que caen en la comparación, en el decir que un traje no le queda a alguien, o decir que porque alguien hizo un traje si me queda mejor a mí. Eso se me hace muy tonto, al igual que tú puedes hacer un traje hay personas que no les queda un personaje en lo físico pero la personalidad le queda como anillo al dedo y cuando se pone el traje, le queda”, dice abordando el tema de la competitividad entre cosplayers.

Aboga por el compañerismo y dice que está dispuesta a ayudar a un cosplayer que necesite parte de animales y espera que alguien pueda ayudarla cuando ella necesite una armadura. “Es cuestión de compañerismo, ayudarnos porque somos felices haciendo esto”.

Con respecto al tema de la fama, considera que está bien que alguien alcance reconocimiento por su trabajo, “pero no que se les suba a la cabeza y empiezan a alardear de esa fama, además quedamos como que oye, dame una ayudaita o dame consejos, ya que pasaste por ese camino”.

“Uno quiere unir al mundillo y que todos seamos felices en la vida, pero lamentablemente como todos tenemos formas de pensar diferente no se puede pero hay que tener cierta paz, al final es cosplay, es algo que nos gusta pero no podemos llevarlo más allá porque nos hace daño a nosotros y nuestro trabajo”, reflexionó sobre el tema.

Pasando a otros temas, dijo ser fan del shonen y las series gore, que no tanto el shojo. Entre sus series favoritas mencionó clásicos de los 90 y algunas del milenio. En algún momento se consideró otaku, pero hoy se llama “multifan”, por sus gustos variados. Dice que de los anime lo que más le impacta es la banda sonora y defiende a Acuaman como su superhéroe favorito.

Sobre el apoyo a lo que hace, explicó que proviene principalmente de su abuela. “Mi mamá me pregunta que hasta cuando voy a hacer esos trajes, que si ya no soy grande. Igual voy a terminar haciendo lo que me gusta”.

Además de sus estudios en Mercadotecnia está en un diplomado de gerencia en mercadeo y ventas, pero su sueño es estudiar arte fuera del país. En este momento trabaja como ilustradora y haciendo comisiones de fursuits. Cierra la entrevista con una anécdota de sus viajes, rumbo a convenciones.

“En el metro me pongo todo. Cuando llevo fursuit me lo llevo en el metro porque me gusta que me vean y digan ‘¡Mira! ¿Qué es eso?’ Ahora tengo un oso frontino y la gente me confunde también con un lobo”.

Por Sensei Agot (@senseiagot)
Fotos: Facebook de Eliot Gamboa, Hermes Rivero, Beto Alemanni, Rincón Otaku y Wupp Lupin