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Cut & Run, por Abigail Roux y Madeleine Urban

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(Madrid, 14 de agosto, Yakuza Webzine).- Si buscas una novela negra llena de misterio y suspenso, que te deje dándole vueltas al acertijo del caso y te vuelva loco de la intriga… este libro no es para ti. Sin embargo, si buscas una novela romántica de temática gay y erótica, donde una pareja de detectives son asignados un caso de asesinato y pasan más tiempo resolviendo el problema de sus sentimientos que el mismo caso que los unió, pues Cut & Run está hecha a tu medida.

Cut & Run de Abigail Roux y Madeleine Urban nos cuenta la historia de los agentes especiales Ty Grady y Zane Garrett. El primero es un hombre tosco y desinteresado en los demás, con mucho ego y poca finesa. De él no se puede esperar mucho más que un par de palabras de desdén y mucha falta de respeto a las figuras de autoridad. Y Zane es su absoluta contraparte. Es un sujeto se enfoca en lo importante, sobre-analiza absolutamente todo e intenta, sobre todas las cosas, seguir las reglas.

Estos dos completos opuestos son asignados por la oficina de detectives estatal de Nueva York para investigar el caso de un asesino serial que cometió el peor error: acabó con los agentes anteriores encargados del mismo caso. Ahora, Zane y Ty deben unir fuerzas para tratar de develar el misterio del asesino que no parece tener ningún patrón discernible; que solo mata por diversión. ¿El problema? Se detestan a primera vista y parecen completamente negados a trabajar juntos desde el principio.

En esta novela no se puede esperar mucho de la narrativa porque se nota que la escritora prefería enfocarse en la relación de Ty y Zane que en redactar el misterio en sí. El trasfondo de ambos personajes es bastante amplio y principalmente desconocido, y a veces, a pesar de que la historia avanza y comienzas a conocerlo, sientes que la información sigue siendo confusa y tristemente explicada.

La novela incluye elementos de suspenso y acción un poco clichés que la hacen en exceso predecibles cuando se trata del elemento de misterio. Iba por la mitad del libro cuando empecé a estar 100% segura de quién era el asesino, y los detalles que se iban develando mientras la historia avanzaba los sentía relativamente forzados para seguir excusando la idea detrás de Cut & Run y la premisa que lleva a Zane y a Ty a conocerse.

Sin embargo, hay algo que debo aplaudirle a la novela, y es que para ser una novela romántica con tintes de erótica, estas partes en particular están muy bien escritas. No es como en el caso de E.L. James que su erótica es deficiente, estas mujeres saben lo que están haciendo cuando se trata de escenas de sexo.

La relación de Zane y Ty a pesar de haberla sentido algo apresurada al principio, creció muy bien, y se sintió tan explosiva como debía cuando por fin actuaron para hacerle caso a sus sentimientos. Los diálogos entre los protagonistas eran bastante creíbles (a pesar del drama forzoso con la trama de las drogas, a veces) y la forma de devolverse las burlas era bastante acertada y entretenida. Sin duda como dije antes, lo mejor de la novela, son Zane y Ty.

En fin, para cerrar, Cut & Run no excede expectativas en el misterio, la mayoría de la historia policíaca es forzosamente cliché, y los diálogos se tornan repetitivos conforme va pasando tiempo en la novela, pero lo que la salva de ser una catástrofe narrativa es el hecho de que Zane Garrett y Ty Grady tienen una química innegable que hace que la novela se torne más interesante de lo que debería ser. La recomiendo para cualquier fanática de la temática LGBT en las novelas; y por supuesto, la erótica… esas escenas valen el poco misterio del libro, créanme.

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